Existen diversas formas
de impartir una clase. A lo largo de los años, ha sido predominante el
denominado método tradicional en cuanto a la enseñanza en el aula. Este
consiste en que el profesor es la figura de máxima autoridad y los educandos
ejercen de sujetos pasivos durante las explicaciones.
Sin embargo, aunque hoy
en día se han extendido nuevas formas de enseñanza, seguimos recurriendo al método
más clásico. Las propuestas de educación actual no son del todo contrarias a la
que estamos comentando, sino que tienen el propósito de ser complementarias.
A medida que la sociedad
avanza, el método tradicional se va quedando obsoleto, pues nos encontramos
ante nuevas necesidades que tiene la población, que se deben cubrir mediante los
nuevos métodos de enseñanza.
Pero, si somos conocedores
de estas nuevas necesidades, ¿por qué en las aulas se sigue manteniendo la
misma forma de enseñanza? ¿Realmente es fácil cambiar por completo un modelo
que ha estado presente en los centros educativos durante tantos años?
Para nuestro asombro, la
presentación de la asignatura “Materiales y recursos para la enseñanza” no ha sido
mediante una simple de presentación de Power Point. Se nos ha incitado a
participar mediante una dinámica de presentación relacionada con el contenido
de la asignatura.
Quizá para muchos pueda
parecer aburrido realizarlo de esta forma o incluso resulte vergonzoso, pero el
profesor ha tratado en todo momento que seamos los alumnos quienes mayoritariamente
aportemos opiniones al debate sobre lo que sí y lo que no se considera un material
educativo.
Además, nos asombra la facilidad de crear un debate acerca de un tema que
muchos de nosotros no nos habíamos llegado a plantear hasta ahora: qué es un
material o un recurso, qué finalidad tienen, etc. Suponemos que es normal, ya
que el desconocimiento hace que todos actuemos y hablemos según lo que pensamos
cada uno individualmente acerca de algún material.
Es curioso que, al pensar en algún tipo de material educativo, nosotros
como estudiantes pensamos en objetos que utilizamos en el día a día como
alumnos, y no nos ponemos en el lugar del educando pensando qué material puede
ser útil para la enseñanza.
En general todos queremos aprender cosas parecidas en esta asignatura, pero
sobre todo ver qué es un material, cómo lo utiliza el profesor y cómo repercute
en el receptor, así como saber qué valores hay detrás de la elección de un
material u otro, para poder hacer una mejor elección de estos y adaptarse en
mayor medida a aquel que lo necesite.
También hemos podido reflexionar acerca de si los materiales y recursos se
limitan al ordenador, el libro o el bolígrafo, lo que nos ha hecho darnos
cuenta de que nuestro entorno también
puede ser un buen recurso de aprendizaje. En definitiva, queremos abrir la
mente y, entre otras muchas cosas, aprender a crear nuestros propios recursos
como futuras pedagogas para que éstos nos puedan ayudar en la práctica diaria.
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