Los materiales
educativos que se utilizan tanto dentro como fuera del aula resultan
fundamentales a la hora de fomentar el aprendizaje en los educandos. Estos
suponen un recurso extra para que el aprendizaje pueda llegar a ser permanente.
Son diversos los
temas que se pueden tratar a través de los materiales educativos. Entre ellos,
consideramos fundamental el trabajo de las emociones en los educandos.
¿Quiénes son los
encargados de educar en el emocional? ¿Qué papel tiene la escuela en ello? Si
la legislación actual no recoge de manera significativa la educación de la
Inteligencia Emocional en profundidad, ¿quién cubre esa necesidad en los
colegios e institutos?
El eje de la
Educación Emocional no reside únicamente en los padres o en los educadores, si
no es un proceso educativo compartido entre ambos. Por ello, se hace necesario
proporcionar recursos para que la Educación Emocional se pueda realizar en las
escuelas por parte de los educadores, al mismo nivel que se realiza con los
padres. Creemos necesaria la existencia de alguna asociación que
proporcione un servicio educativo orientado a la Inteligencia Emocional basado
en un programa amplio, significativo y que tenga en cuenta todas las
dimensiones emocionales.
A través del
trabajo que se nos ha brindado realizar en esta asignatura, queremos abordar
esta problemática en la medida de lo posible. Para ello, elaboraremos
un dossier para el profesor y otro para el alumno, ya que, a través de una
unidad didáctica, aprenderán cómo se puede trabajar las emociones y a
gestionarlas.
Consideramos que
el cuarto curso de educación primaria es una buena edad en la que se pueden
realizar dinámicas de manera que los alumnos tengan la capacidad de reflexionar
sobre los contenidos, por lo que lo enfocaremos a niños de 9 años, que se
encuentran en una etapa de tránsito entre la infancia y la preadolescencia.
En el dossier
del alumno, incluiremos diversas actividades de manera que no requieran de otro
material complementario para poder seguir las sesiones.
En el dossier
del profesor, estarán incluidas las actividades que contiene el cuaderno del
alumno de una manera ampliada, para que el profesor tenga una idea aproximada
sobre cómo llevar a cabo cada sesión. Esto no significa que deba seguir las
instrucciones que se sugieren, sino que pueden servir como una alternativa. De
esta manera, queremos que los docentes tengan libre elección a la hora de
organizar la dinámica de la clase, y que, en caso de no poder hacer este
trabajo previo, tengan una guía que les ayude a llevar a cabo la sesión.
Desde que
pensamos acerca de llevar a cabo esta idea, nos hizo cuestionarnos el debate
que surgió en clases pasadas, acerca de si los libros de texto no reutilizables
eran una cuestión de capitalismo, pues en nuestro caso, queremos que el
cuaderno del alumno sirva para que puedan trabajar en el él y por tanto no
emplear materiales alternativos.
Finalmente, nos
pareció la opción más cómoda para ellos, pues les facilita llevar todo el
material necesario a utilizar en el aula en el mismo cuadernillo,
permitiéndoles así llevar menos peso en la mochila ni preocupaciones de
encontrar determinados recursos para realizar las actividades.
Los estudiantes
obtienen mejores resultados cuando el aprendizaje académico se combina con el
social y emocional. Cuando los niños aprenden y dominan habilidades sociales y
emocionales, esto les ayuda en todos los aspectos vitales.
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